Festivales en Vigo

Crónica: Elena García Núñez
Fotografías: Aldara Diéguez Couñago, Elena García Núñez

 

El Auditorio Mar de Vigo se llenó de vida el pasado fin de semana con el Vibra Mahou Fest, que celebró su primera edición desde el inicio de la pandemia con un sold out. Durante todo el sábado 29 de octubre, la explanada del Auditorio y su entrada principal acogieron a cientos de personas de todas las edades, dispuestas a disfrutar de nuevo de uno de los grandes festivales del otoño en Vigo.

Después de un primer set de media hora a cargo de Mediocre DJ, los murcianos Nunatak abrieron la sesión de conciertos de tarde, testigos de la expectación del público. El grupo ofreció un concierto sencillo y breve, algo empañado quizás por una deficiente atención de un público que parecía más interesado en el ambiente festivo o en los siguientes conciertos que en la propia música.

Los más puntuales pudieron disfrutar de un repaso al último disco de la banda, Nunatak y las flores salvajes, en un concierto que pese a todo consiguió crear un ambiente íntimo con la interpretación en acústico y a tres voces de algunos temas como Disonancia perfecta, tocados en las escaleras situadas en la zona del público.

También los asistentes escucharon una de las primeras versiones en directo de Verte tan bien, último single de los murcianos, publicado este verano, aunque se echó en falta alguna primicia sobre próximos trabajos que renovase el repertorio habitual de la banda.

Nunatak puso todo de su parte por ganarse a un público todavía algo desconcentrado. Abrir un festival nunca es fácil, pero los de Cartagena lo dieron todo para cerrar su pase con emotivas interpretaciones de algunos de sus temas más conocidos, como Romper el cielo o Aún respira.

Tras media hora más de espera amenizada por los temas noventeros de Bruno Baw DJ, llegó el turno de Álex Sienna y su banda. El valenciano apostó por un inicio de concierto muy rockero, entregándose al público con total confianza desde el primer momento.

Después de unas primeras canciones en las que a Sienna no le costó dar lo mejor de sí mismo, para cuando llegó La ley de la atracción las primeras filas estaban totalmente rendidas a él. El concierto se hizo breve para todos los presentes en el Auditorio, que ya coreaban todos los melódicos estribillos del cantante. Incluso su tema más reciente, Podría parar de pensar, fue cantado al completo por los asistentes más fieles.

Sienna inició la recta final del bolo con sus éxitos se me para el tiempo y Épico y Mortal, para finalizar el concierto con El Simulacro acompañado de una calurosa despedida y agradecimiento a todos los presentes.

Tras un segundo set de Mediocre DJ, el otro conjunto murciano de la noche ocupó el escenario. Arde Bogotá, acompañados por el batería Deiv Hook ante la enfermedad del habitual Jota, fueron sin duda la joya de la jornada. Los de Cartagena celebraron el final de la gira de presentación de su disco La Noche comiéndose el escenario del Mar de Vigo desde el primer momento, para deleite de todos los presentes.

No costó nada a la banda poner a bailar a un Auditorio casi lleno, que saltaba y coreaba el rock duro de temas como Dangerous, Cariño o Millennial. Arde Bogotá estaban totalmente entregados y compenetrados entre sí, aun con la baja de uno de sus miembros. La voz grave y el carisma de Antonio brillaron especialmente en la lenta Quiero casarme contigo, haciendo que el público pudiese disfrutar de cada canción con los murcianos.

Antes del cierre del concierto, el propio vocalista bajó al público para corear todos juntos la melodía del puente de Te van a hacer cambiar. Para entonces Arde Bogotá ya había hechizado a toda la sala, que coreaba los simples pero pegadizos versos y melodías de las canciones del grupo murciano. El final del bolo fue frenético, continuando con la tónica rockera y alcanzando un clímax brutal con las favoritas Antiaéreo y Abajo.

Tanto el público como los de Cartagena estuvieron a la altura del fin de gira de un disco como La Noche, movido y pegadizo, capaz de crear un ambiente que hizo a los presentes embriagarse del espectacular ritmo que desprendía la banda.

Arde Bogotá fueron las estrellas de la noche, y supieron animar el ambiente hasta el nivel necesario para que un Mar de Vigo a rebosar bailase los temas del último pase de Bruno Baw DJ mientras esperaba a Shinova.

Los vascos empezaron bajando un poco el ritmo, sin coger todavía confianza con el público. Sin embargo, el agitado ambiente festivo que ya reinaba se mantuvo, y para cuando la banda tocó Doce meses toda la sala coreaba ya sus canciones. Los músicos más veteranos de la noche estuvieron a la altura del título y supieron entregarse al público, brindando un espectáculo de luces y de percusión que animaba todavía más el ambiente entre canción y canción.

A partir de entonces, el último concierto de la velada se convirtió en un carrusel de temas adorados por el público. Todo el Auditorio coreó desde los primeros acordes temas como El viento va a cambiar, Puedes apostar por mí o La sonrisa intacta, siguiendo el juego a un Gabriel de la Rosa cada vez más entregado que incluso se atrevió con una pequeña versión de la viral sesión de Quevedo y Bizarrap.

El final del bolo mantuvo la intensidad, con un emotivo agradecimiento y reflexión sobre el recorrido de la banda. Los vascos reservaron para el cierre sus temas más sensibles, disfrutando de cómo todo un Mar de Vigo a sus pies coreaba las letras de Qué casualidad o Ídolos.

Los últimos instantes de este Vibra Mahou Fest 2022 fueron mágicos. Tanto músicos como asistentes cantaban los versos de Te debo una canción, que unos Shinova muy emocionados quisieron dedicar a todos sus seguidores. El público vigués pudo cumplir sus expectativas en la vuelta del festival de indie más grande del otoño, y ya sólo le queda esperar por la próxima
edición. El compromiso sigue ahí, ya que como dicen los Shinova, prometeremos volver a coincidir.

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