Crónicas conciertos Santiago
Crónica y fotos: María Simón Cundíns

Son las nueve y media de la noche y la música que se escucha de fondo en la Capitol deja paso al silencio y a la posterior entrada de los artistas que todas y todos estábamos esperando. Con un
enorme cartel de “Sold Out” estábamos preparados/as para el conciertazo que se nos venía encima. Esperando por ellos se podía leer una gran cantidad de pancartas con diferentes mensajes.

Entre todas ellas podemos apreciar las que ofrecen hasta su corazón a Pole, el cantante del grupo, otras que dicen “Yo quiero un beso en San Blas” haciendo referencia a la canción “San
Blas” que más tarde interpretaría y en la que el artista se inspira en los grandes Maná y su canción de “En el muelle de San Blas”. No faltaron pancartas haciendo alusión a la canción de «Amor de
Verbena», en la cual Pole comparte espacio con Dani Martín.

En esta canción, el artista vocaliza “No me dejaron entrar con zapas en tu bar, como aquella canción que me quiere sonar”. Con esta frase recuerda la mítica canción “Zapatillas” del grupo “El Canto del Loco” del que Dani Martín fue vocalista. Tras una introducción con temática carcelaria, en la que todos los integrantes de la banda escenificaron lo que sería un reconocimiento policial da comienzo el concierto. Andrés López
Lacha, que así es como se llama nuestro querido Pole habló de que siempre hay que agradecer de donde viene cada uno y quién te influye y estaba antes que tú. Se hace música nueva con sonidos diferentes pero con la misma esencia y con las mismas influencias.

Todo el público estaba entregadísimo coreando a la perfección todos y cada uno de los temas que iban sonando. “Fuimos”, “Menos mal”, “Madrid”…. no se perdían una, las conocían todas. Tras cantar “Amor de Verbena” y recordar a su querido amigo Dani Martín fue el turno de la canción “Los Domingos”. Comentó a modo anécdota que un compañero de Sony Music un domingo, después de salir de fiesta el sábado no era buen día para tomar decisiones.

A continuación escenifican lo que sería una llamada que le hacen mientras está supuestamente en la cárcel y le pedían 6 meses de arresto domiciliario, sin conciertos…esto nos recuerda claramente al momento ya pasado del confinamiento en el que nos encontrábamos encerrados en nuestras casas y también al momento en que no dábamos regresado a poder acudir a eventos culturales debido a las restricciones y lo que costó retomar la vida “normal”.

Luego de esto, tocó cambio total de ambientación en el escenario y cambio de outfits. Tocó el momento de la rumba. Interpretaron del tirón tres canciones, “Tus besos”, “Rumbapop” y “Culpa”. Situados todos los integrantes de la banda bien cerca del público para que todas las personas que llevaban horas y horas esperando en la puerta de la sala para ver a su ídolo pudieran
disfrutarlo bien de cerca. El nombre de esta gira es “Esta vida es un jaleo” y explica cómo es la vida de los músicos. Obviamente
tiene muchísimas cosas buenas pero recuerda que, él, por ejemplo, que lleva 3 años viviendo de la industria musical, lo que más le cuesta es pasar largos periodos de tiempo sin ver a su familia, a su gente y a su perrito.

Ya llegando al final interpretaron “El club de la gente rota” y cuenta que por las noches todo el mundo se siente el rey cuando das conciertos, estás de fiesta… pero los domingos al despertar,
te sientes una mierda cuando despiertas en un hotel y no sabes ni a donde ni con quien pero, para unirlo con la siguiente canción, “Roma”, le tranquiliza saber que todos los caminos llevan a Roma. Acaba el concierto pero el público insiste en que canten otra, que les supo a poco y vuelven a saltar al escenario. De esta vez, ninguna persona de las que había en la sala Capitol quedó sin cantar.

Para el broche final guardaron un as debajo de la manga y por supuesto no podían marchar sin interpretar “Quédate conmigo” y “Batmovil”.

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