Festival metal Galicia

El Resurrection Fest celebraba este año su edición número 11 con la intención de superar el listón tan alto que consiguieron el año anterior con la presencia de Motörhead, y la responsabilidad que conlleva el estar situado entre los más prestigiosos festivales de metal, ya no solo a nivel nacional si no que a nivel internacional. Pero la organización consiguió superarse un año más rompiendo todos los récords y llegando por primera vez en su historia al sold out de los abonos de tres días, gracias a un cartelazo en el que resaltaba por encima de todos la legendaria banda británica Iron Maiden. Sin duda un hecho impensable cuando, unos jóvenes decidieron comenzar con esta aventura pero que a base de tesón, esfuerzo, gran trabajo y, sobre todo, pasión por la música llegaron a convertir el Resurrección Fest en toda un referencia mundial.

Jueves 7 julio

Tras la fiesta de presentación del miércoles con grupos como Narco o Skinred, el festival comenzó oficialmente el jueves día 7 inaugurándolo la banda nacional Evil Impulse en el Chaos Stage. Fue una tarde de grandes conciertos como el de los británicos Tesseract, que causaron una grata impresión en el escenario principal con su metal progresivo o el death de los andorreños Persefone. En el Ritual Stage los americanos Stick To Your Guns levantaron al público con su potente hardcore y un Jesse Barnett a la voz que no paró ni un solo instante de saltar por el escenario mientras cantaba trallazos como «Such Pain» o «Amber». Después de la actuación de los ingleses While She Sleeps, que presentaban su último trabajo «Brainwashed», acudimos al Chaos Stage a disfrutar del Thrash Metal de los barcelones Crisix con un potente show durante el cual se produjo una de las anécdotas del festival, cuando su cantante Juli le pidió matrimonio a su chica, con la consiguiente ovación cuando ella aceptó. Mientras tanto en el Ritual Stage los Casualties interpretaban los nuevos temas de su disco «Chaos sound» junto con sus clásicos de puro street-punk.

Llegaba el momento de recibir en el escenario principal a toda una leyenda del punk rock, los estadounidenses Bad Religion, que hicieron aparición con su famosa señal de prohibición de la cruz presidiendo el escenario, y dando toda una lección de punk a las nuevas generaciones con una actuación llena de actitud y energía. Greg Graffin y los suyos salieron a tope sin bajar el ritmo ni un solo segundo con pildorazos de poco más de 2 o 3 minutos de duración. Durante su actuación subieron los niños del ResuKids disfrutando de unos instantes en el escenario. No faltaron los clásicos de la banda como «Infected» o «American Jesus» demostrando que los Bad Religion siguen tan combativos como siempre.

Después del buen sabor de boca dejado por Bad Religion acudimos al escenario Chaos a ver a los helenos Rotting Christ que ofrecieron uno de los grandes conciertos del día. Arrancaron con «Ze Nigmar» de su nuevo trabajo «Rituals», intercalando los nuevos temas con otros clásicos como «Grandis Spiritus Diavolos» mientras sus miembros realizaban ‘headbanging’ al ritmo de su música. Un show repleto de oscuridad de uno de los grandes grupos del dark metal. A la misma hora, en el escenario Ritual, Walls Of Jericho ofrecían una brutal descargar de hardcore con Candace Kucsulain al frente, una de las pocas lideres femeninas del género, que es todo un huracán de furia sobre el escenario.

El escenario principal comenzaba a llenarse para disfrutar de la actuación de los ingleses Bring Me The Horizon que comenzaron con su «Happy Song», «Go to Hell, for Heaven’s Sake» y una brutal «The House of Wolves» con Oliver Sykes desgañitándose a la voz y provocando espectaculares ‘circle pits’ en el público. Uno de los momentos de la noche fue el himno «Can You Feel My Heart» con todo el público uniéndose en el estribillo del épico tema. Incendiario show el de Bring Me The Horizon, uno de los grupos del momento de metal alternativo. De vuelta al Chaos Stage los italianos Fleshgod Apocalypse sorprendieron con su death metal sinfónico lleno de fuerza y épicos coros al ritmo de arreglos orquestales.

La organización del festival apostó por el grupo Volbeat como cabeza de cartel del jueves y el grupo no defraudó con uno de los mejores conciertos del festival. Con una carrera de 15 años y seis discos a sus espaldas, el grupo danés demostró estar preparado para dar el salto y encabezar cualquier gran festival. Con su particular mezcla de rock´n´roll clásico y metal, y comandados por la inmensa voz de Michael Poulsen, una especie de Johnny Cash Crónica Resurrection Fest 2016metálico, el grupo inició la actuación con «The Devil’s Bleeding Crown» de su nuevo disco recién salido del horno «Seal The Deal & Let’s Boogie». Desde los primeros minutos dejaron claro que venían a por todas con sus temazos llenos de pegadizas melodías. Tras «Heaven nor Hell» y «A Warrior’s Call» Poulse, guitarra acústica en mano, homenajeó al gran Johnny Cash con el «Ring of fire» que sirvió de introducción a la country «Sad Man’s Tongue». Un show lleno de grandes momentos como con la nueva «For Evigt», que lleva camino de convertirse en un clásico de la banda o con el rockabilly acelerado de «16 Dollars». Se despidieron con «Seal the Deal», «Maybellene I Hofteholder» y «The Mirror and the Ripper» recibiendo una gran ovación por parte de un recinto que ya este primer día ofrecía una grandísima entrada.

Cuando todavía los Volbeat se encontraban terminando su actuación la banda de origen mexicano Brujería hicieron aparición en el Chaos Stage con su brutal grindcore y su vocalista Juan Brujo vomitando las ácidas letras de temas como «Raza odiada», «Matando Güeros» o «Marijuana».

Y la jornada terminaba en la carpa del Ritaul Stage con los Nice Boys y su tributo a los Guns´N´Roses.

Viernes 8 julio

La jornada del viernes comenzaba en el Chaos Stage con el punk de los madrileños Never Draw Back, seguidos del death melódico de los valencianos In Mute con una gran Steffi con sus brutales gritos guturales. Desakato eran los encargados de inaugurar el escenario principal, seguidos de los también nacionales Avulsed que atronaron a todos con su brutal death metal en el escenario Chaos.

A pesar de la temprana hora, el Main Stage presentaba un gran número de público que no quería perderse a los madrileños Hamlet, uno de los clásicos del metal alternativo nacional, con Molly al frente que es uno de los mejores frontman del panorama en España, todo energía y actitud sobre las tablas. Tocaron temas de su último trabajo «La Ira» como «Mi Religión» junto con clásicos como «Irracional», durante el cual Molly bajó al campo de batalla para generar un brutal ‘wall of death’ entre el público. Hamlet regresaron de nuevo al Resurrection Fest y, como siempre, lo arrasaron.

Tras el huracán de Hamlet, en el Chaos Stage hacían aparición los americanos Battlecross con su death metal melódico con temas de su último trabajo «Rise to Power». Protest The Hero fueron los siguientes en tomar el escenario principal con su metal progresivo presentando su nuevo trabajo «Pacific Myth» en un show lleno de potencia y espectaculares solos de guitarra.

Tocaba el turno de Angelus Apatrida en el Chaos Stage, los de Albacete son ya toda una referencia en el Thrash Metal internacional, siendo habituales sus giras por distintos países de Europa. Su concierto demostró el por qué del gran éxito que están obteniendo gracias a auténticos trallazos de thrash como «Immortal» y «Give’Em War». Un grupo que sin duda llegará muy lejos. Los estadounidenses Hatebreed tomaban el escenario principal con su hardcore, para después dejar paso a los portugueses Sinistro con su extraño ambient-metal en el Chaos Stage mientras que Frank Carter y sus Rattlesnakes invadían la carpa del Ritual Stage con su potente punk.

La gente comenzaba a acudir al escenario principal para presenciar el que fue otro de los mejores conciertos del festival, el de los franceses Gojira que regresaban al Resurrection tras su brillante actuación hace 2 años. Comenzaron sin piedad con «Toxic Garbage Island» y «L’Enfant Sauvage» en una actuación sobresaliente y técnicamente perfecta. Si en su última actuación causaron una gran impresión, en esta edición se coronaron como una de las grandes bandas del género.Festival Viveiro

El death metal continuó pero esta vez en el escenario Chaos con los Dark Tranquility que descargaron su set de death melódico con temas como «The Science of Noise» y «Misery’s Crown». Angel Crew tocaría después en el Ritual Stage pero el público corría para coger sitio en el escenario principal para ver a los cabeza de cartel de la noche. Había criticas por la idoneidad o no del punk edulcorado de Offspring en este festival pero los californianos cerraron muchas bocas con un potente concierto lleno de himnos, que llevó a muchos de los asistentes a su adolescencia gracias a auténticos trallazos como «Come Out and Play» y «All I Want». Quizá sobró el momento de la versión lenta de «Gone Away» con Dexter Holland al piano, pero rápidamente retomaron la senda potente con pepinazos como «Want You Bad» o «The Kids Aren’t Alright». Cerraron el concierto con «Americana» y una coreadísima «Self Esteem».

Tras el concierto de Offspring comenzaron los hardcore neoyorquinos Madball su actuación en la carpa Ritual, protagonizando uno de los momentos más emotivos del festival, al desplegar durante la actuación una pancarta en homenaje a Melchor Roel, alcalde de Viveiro fallecido en el año 2013, el cual ayudó mucho al Resurrection y que era íntimo amigo de alguno de los miembros del grupo. Más tarde los finlandeses Turisas convirtieron el Chaos Stage en una auténtica fiesta con su folk metal. Comenzando con la épica «The March of the Varangian Guard» y sus característicos maquillajes rojos y negros realizaron un gran concierto en el que no podía faltar su cover del «Rasputin» de Boney M.

Y para finalizar esta gran jornada de viernes le tocó el turno a los portuguese Abaixo Cu Sistema con su tributo a System Of A Down.

Sábado 9 julio

Y llegó el día grande del festival, miles de camisetas del mítico grupo de heavy metal Iron Maiden se veían por todo el recinto demostrando el tirón de la banda británica. Los encargados de abrir la última jornada fueron los nacionales Cannibal Grandpa con su brutal deathcore, siguiendo con los hard rockeros Wild Lies y más tarde repartiéndose en dos escenarios The Raven Age y los punks True Mountains.

Tras el metal de Obsidian Kingdom en el Chaos Stage, hacian aparición los alemanes Destruction en el escenario principal con un potente directo de thrash metal de la vieja escuela. Presentaron su nuevo trabajo «Under Attack» con temas como el que titula el álbum o «Second to None». Los australianos Thy Art Is Murder reventaron la carpa del Ritual Stage con un incendiario concierto de deathcore.

Bajo un sol aplastante, una intro anunciaba el comienzo de Bullet For My Valentine en un escenario principal que ya presentaba un buen número de público para presenciar a Matt Tuck y compañía, que iniciaron el show con «No Way Out» de su último trabajo «Venom». Siguieron con «Your Betrayal» y una coreadísima «You Want a Battle?», para terminar con los clásicos «Tears Don’t Fall» y «Waking The Demon». Enslaved hacían aparición en un hora no muy adecuada para su black metal de esencia vikinga, pero estuvieron a la altura con temas como «Jotunblod» en un directo lleno de épicos himnos metaleros.

Y a las 21.00 horas, con el sol todavía en el horizonte, el mítico tema de UFO, «Doctor Doctor», anunciaba la aparición de Iron Maiden ante las miles de almas reunidas en el recinto. «If Eternity Should Fail» de su nuevo disco «The Book Of Souls» fue el tema encargado de abrir el espectáculo. Los miembros del grupo fueron recibidos con un enorme entusiasmo por el público que aún no se creían estar disfrutando de esta leyenda en Viveiro. Rápidamente continuaron con el nuevo single «Speed of Light» coreada por los miles de seguidores. Un teatral Bruce Dickinson corría de lado a lado del escenario, SteveCrónica del Resurrection 2016 Harris comandaba el ritmo con su bajo trotón, un divertido Janick Gers no paraba de hacer sus típicas poses con la pierna sobre el ampli, el siempre eficiente Dave Murray y la elegancia a la guitarra de Adrian Smith en un segundo plano mientras que Nicko McBrain aporreaba su batería sin piedad. Pero la gente quería escuchar los clásicos de la banda y el primero no se hizo esperar, «Children Of The Damned» con una gran interpretación de Bruce que arrancó las primeras ovaciones de la noche. El siguiente tema, «Tears of a clown» fue dedicado a la memoria del comediante Robin Williams, continuando con «The Red and the Black», ambas de su último trabajo. Un Bruce Dickinson vestido de soldado inglés y portando la Concierto Iron Maiden Resurrection Festbandera británica anunciaba la llegada del hit «The Tropper», que produjo la locura en el público que no paraba de corear el mítico «Ooh, ooh, ooh, ooh, oh». Siguieron con otro clásico, esta vez «Powerslave», con los tres guitarristas luciéndose en un solo cada uno, para continuar con dos temas del nuevo álbum «Death or Glory» y «The Book of Souls», en la cual apareció un gigante Eddie que correteaba por el escenario ante el delirio del público. Como traca final llegaron «Hallowed Be Thy Name» interpretada por Bruce con una soga al cuello, una inmensa «Fear of the Dark», ya con Viveiro en plena noche, y una potente «Iron Maiden» tras la cual se retiraron del escenario. Pero todavía había más y regresaron para marcarnos el 666 con «The Number of the Beast», «Blood Brothers» y como despedida un «Wasted Years» que sonó de lujo. Iron Maiden respondieron a la expectación creada con un concierto a la altura de su leyenda.

Al finalizar el concierto de Iron Maiden, el grupo sueco Entombed A.D. descargaba su furia en el Chaos Stage. Y llegaba el turno de una leyenda del black metal noruego, ni más ni menos que Abbath, el que fuera líder de los míticos Immortal hizo aparición en el escenario principal convirtiendo el recinto en el mismísimo averno. Presentaba su primer álbum en solitario, un trabajo más ‘comercial‘ según los puritsas del género pero igual de brutal y maléfico que de costumbre. Hizo aparición con una antorcha escupiendo fuego por la boca y arrancó con «To War» realizando una actuación perfecta, llena de furia y demostrando ser uno de los grandes del black metal. En este concierto contaba con un guitarrista más que de costumbre dotando de más empaque a la banda. Para finalizar recordaron los clásicos de Immortal «All Shall Fall» y la furiosa «One by One».

Tras la brutal descarga de Abbath llegaba un momento de respiro con el rock psicodélico de Graveyard, una mezcla del hard rock setentero con el blues y la psicodelia, que cautivó al público con temas como «Slow Motion Countdown». Y continuamos en el escenario principal con hard rock, pero esta vez bañado en puro bourbon, el de los americanos Nashville Pussy, un cruce bastardo entre Motörhead y AC/DC con la cazallera voz de Blaine y la actitud rockera a la guitarra de su mujer Ruyter, que pusieron patas arriba el recinto con su potente rock poniendo punto y final al escenario principal.

Los encargados de cerrar el escenario Chaos fueron los canadienses The Real McKenzies con su mezcla de punk rock y música celta, llegando al final del festival en el Ritual Stage con el tributo a Metallica por parte de los Black Horsemen y sus magníficas versiones de temazos como «Master of Puppets» y «Enter Sandman».

80.542 es la cifra de espectadores totales de esta edición, un año más el Resu volvió a superarse, cosa que cada vez es más difícil, pero estamos seguros que ya está puesta en marcha la maquinaria para que el próximo año nos vuelvan a sorprender. De momento ya anunciaron que en año 2.017 habrá más de 100 bandas…, y allí estaremos de nuevo.

Festival en Galicia

Fotografías: Resurrection Fest-Toni Villen y Ruben Navarro. Galiciaenconcierto