Crónica concierto Leiva y Ferreiro

Crónica de Ana Encisa González

Prometí escribir esto con la emoción aún intacta, los latidos en clave de Sol y los tobillos hinchados ( con retención de serotonina) de las 4 horas que aún soy capaz de aguantar de pie…

Después de aquel verano prepandémico en el que me cayeron los ojos (y muy mal ese señor que gestiona un local a pie de playa y que no aviso de tal evento) al ver tocar juntos a través de Instagram a Iván Ferreiro y Leiva.

Se me quedó una espinita y muchas ganas de poder ver a estos dos referentes en mi «pop» y que, uno más que otro, imprescindibles en mis listas pero también en mis momentos felices. Y de repente aparece en redes que van a tocar juntos, cerquita y con posibilidad de conseguir entradas, y ese concierto no me lo podía perder.

Empezó tan puntual que hasta nos cogió por sorpresa, calor hacía, y el Señor Ferreiro salió, con su look de siempre, con esos movimientos inconfundibles, casi imposibles para el equilibrio y con sus toques de los últimos tiempos, pero sobre todo con sus años 80, con mi favorita M y con su Turnedo (que tantas veces nos cerro algún local de copas)… Y con el Viaje de Chihido que tantas veces cante en mi coche. Perdáname Iván porque tus «las de ahora» no las controlo pero te escucho y eres poesía de la de volver a leer para enterarse bien.

Por supuesto Leiva salió a medio concierto, entre complicidad y cariño, y sobre todo con algo que igual que la puntualidad sorprende hoy en día, compañerismo y respeto.

Hubo una pausa de 1 hora , un poco larga pero necesaria para dar paso a «mi concierto». Salía la banda, y entre ellos Juancho, y como no Mr Rock and Roll, el Señor Leiva con una sonrisa y un «Boas noites Pontevedra».

Haciéndonos botar, con unos primeros temas más cañeros, con su «Patty Smith» que hacía los dúos femeninos, entre ellas una de mis preferidas «Premio de Consolación» que me llena de «por ques». Canto Iván, y lo hizo también con Juancho y todos volvimos a vibrar.

Leiva nos pide dos cosas y se hizo algo parecido a magia… Consiguió que yo no hablase durante 4 min y que casi todos dejásemos el móvil y disfrutaremos de esos 240 segundos, viéndolo y escuchándolo, solo él y su guitarra, y un público con la piel de gallina con Vis a vis…

Y llegaron ellas, las de Pereza, de las cuales a mí siempre me faltará «Si quieres bailamos» pero baile y salte mucho, y sudé, y perdí aún más la voz (en beneficio de tod@s) y ella también apareció, su, mi, nuestra Lady Madrid..

23 de agosto…

Ya puedo borrar uno de mis asuntos pendientes…