Festival Underfest Son Estrella Galicia 2022

Del 22 al 25 de septiembre, en diversas localizaciones de la ciudad de Vigo tuvo lugar el festival SON Estrella Galicia Underfest, uno de los festivales con más encanto y carisma de toda la temporada, siempre con una clara apuesta por la diversidad musical y por una reivindicación sonora palpable. Un festival que lleva celebrándose desde 2018, no fallando ni un año, incluso sobreviviendo a un par de ediciones plagadas de restricciones pandémicas. Este año su apuesta por la vanguardia se tradujo en nombres como GOOSE, Cupido, Michael Kiwanuka, ST Woods o Judeline.

VIERNES 23

Con algo menos de rítmica que en sus discos, pero manteniendo el componente atmosférico de estos y con unas postales domésticas color sepia como hilo narrativo, St Woods abría la jornada de viernes siendo capaz de crear climas de confort lisérgicos en su presentación en el MARCO (Museo de Arte Contemporáneo). El madrileño desdeño un sincero show acústico en una ambiente familiar y acogedor, sus pequeñas canciones folk cobraron un significado mayor e impusieron un bienestar latente entre los asistentes creando un embellecimiento todavía más honesto que la propia naturaleza de sus canciones.

The Phantom Keys se asomaron por La Iguana con el espiritu sixtie intacto y un sonido garagero propio de grupos como The Sonics. La banda de O Grove se mostró cómodamente salvaje sobre el escenario, el público enseguida lo notó y conectó con ellos al instante, el rock garagero suele alcanzar unas cotas de agitación altísimas en las masas, y más cuando el concierto es en sala. Los Phantom Keys parecía que se divertían al son de clásicos como Shut Up Johnny y con una serie de cara conocidas que se hallaban entre el público. El derroche, la desazón y una actitud despreocupada hicieron el resto.

El explosivo dúo madrileño KAMIKAZE HELMETS se presentó en la Sala Kominsky para obsequiarnos con un deslumbrante y enérgico show que logró cautivar al público presente desde el primer instante. Sus enérgicas baterías y su set de teclados robóticos cincelaron una enorme pared de sonido que se desató con un alarde de energía y potencia con un directo implacable y demoledor que no dejaría indiferente a nadie.

Mandale Mecha dejo entrever ritmos electrópicos en la Sala Mogambo, el público ávido de dar rienda a sus instintos bailables se movía al son que el dj marcaba en sus platos. Todo fue una fiesta en acción, los temas oscilaban entre cumbias electrónicas y un estilo urbano latino. Música callejera y festiva para avivar a una multitud pletórica. Casi al mismo tiempo, los embajadores suecos de la diversión temeraria, Diamond Dogs imponían su criterio en la Sala Masterclub ofreciendo un show de corte clásico con las altas revoluciones de la vieja escuela y una sensación de catarsis constante. El público no necesitó invitación para comenzar a bailar tras el rock n’ roll estilo honky tonk de su nuevo álbum Slap Bang Blue Rendezvous. Duelos de guitarra lodosos, un trabajo de piano incesante y unas voces que bordearon la delicadeza del boogie rock hasta el glam más ardiente. Los Diamond Dogs dieron cierre a la jornada cumpliendo su cometido y avivando una llama que parece que nunca se extingue.

SABADO 24

Una nueva velada musical se abrió paso el sábado 24, día en el que tuvimos la oportunidad de cazar al vuelo a Sarah McCoy, una curiosa cantautora neoyorquina con una voz de ensueño y unos recursos envidiables defendidos a ton y son tras un inmenso piano de cola situado en lo alto de las escalares de entrada al MARCO. La particularidad de este concierto la marco la localización, ya que fue el único al aire libre y el único libre y gratuito, cientos de viandantes curiosos se pararon a ver el concierto tras quedar prendados con la inmensidad de la elegante propuesta de McCoy. La férrea propuesta soul de la americana se hizo con el control de la situación e impulso el deleite sonoro hacia altísimos niveles de opacidad y disfrute.

Más tarde, el garage surf y el punk corrosivo de Doctor Explosión se abrieron paso en La Iguana demostrando estar más que a la altura del desafío, los de Gijón apenas se detuvieron para respirar durante la primera mitad de su presentación. Con clásicos de los noventa como Drácula Ye Ye y Eres Feo, Chaval o un eficiente cover de Blue Monday caldearon a las masas para más tarde, imponer una divertidísima traca final llena de desazón, rituales musicales bizarros y una bola de energía hirviente. Doctor Explosión lo dejaron todo sobre el escenario con un salvaje set en una noche para él recuerdo.

Luego, la joven cantante gaditana Judeline, se presentó en la ciudad para ofrecer un set en el que pudimos escuchar una gran obra melódica con una gran fuerza sentimental y un propósito que cultivaba y acogía con un registro sincero y una honestidad plena. La complicidad entre sus músicos y la fuerza dramática de la voz de Judeline hicieron que la velada fuera dulcísima y que estuviera cargada de giros vocales que te sumergían en cada canción para no dejarte salir.

Cuando el polvo se asentaba en el recuerdo apareció el coruñés Nestor Pardo para dibujar un épico momento de blues armado con nada más que una guitarra acústica y un acordeón. Pardo demostró su habilidad para tocar la guitarra mientras agregaba algunos riffs de rock sureño en un set de un buen hilo narrativo en el Reserva Rock.

Sin desmerecer a nadie, PM Warson ofreció el mejor concierto de la jornada. Rodeado por una magnífica banda, el británico encandiló a el personal a base de las canciones de su álbum True Story en su por la Sala Kominsky. Con un sonido soul diseñado al milímetro pasado por un sutil filtro de new wave ochentero y una ejecución impecable los británicos se dieron todo un festín musical mientras que a su vez Hidrogenesse ofrecían un show donde brillaron unas excentricidades dotadas por divertidas dosis de pop electrónico y una llamativa puesta en escena que se impuso en el escenario de la Sala Mogambo.

En la recta final de la jornada del sábado, el punto y final lo pusieron los belgas GOOSE, que a base de un más que eficiente rock electrónico, buenrollismo y ganas de pasárselo bien con el público, hicieron que despidiéramos la jornada como merecía la ocasión: bailando y disfrutando mientras recordábamos una velada de contrastes musicales mientras escuchábamos tracks como Can’t Stop Me Now o Black Gloves. Un cierre dorado para un día que fue redondo en lo musical y entretenido en lo extra musical.

DOMINGO 25

El punto culminante del festival fue Cupido, que juntos hacen el encuentro entre el trap de Pimp Flaco y el bedroom pop de Solo Astra. Cupido ofrecieron amor y un poco de guerra y poco a poco, nos introdujeron en su mundo, un mundo conformado por los temas de sus obras Préstame Un Sentimiento y Sobredosis De Amor. En el concierto hubo tiempo para un sinfín de canciones que el público coreó al unísono y para algunos gritos de un desamor evidente. Más de uno y de dos, se marcharían tarareando las canciones con una flecha de Cupido clavada en el pecho.

Crónica: Sergi Abreu