La gira española de Imelda May recaló en la ciudad de Ferrol tras actuar en el prestigioso festival Azkena Rock en Vitoria y hacerlo en Madrid el día 25. Sin duda todo un honor para la ciudad el recibir a esta mujer que parece llegada de los dorados años 50, con la voz de grandes de la canción como Ella Fitzgerald o Billie Holiday y la sensualidad de míticas pin-up como Bettie Page.
Y ante un abarrotado Auditorio se presentó Imelda May con cambio de look, sin su ya famoso tupé rubio, luciendo melena negra con flequillo. Pero el cambio de look no afectó para nada al endiablado ritmo que tiene esta mujer e inició el concierto con «Tribal», continuando con una enérgica y rockera «Wild woman», ambos temas de su último trabajo titulado «Tribal». Imelda estaba acompañada de una solvente banda compuesta por batería, contrabajo-bajo (según la canción) y dos guitarristas, intercambiando uno de ellos la guitarra por la trompeta, aunque sin duda todos los focos de atención se los llevaba Imelda con su figura y su espectacular voz. Siguió con «Big bad handsome man» y «Love tattoo» de su segundo álbum con el que comenzó a obtener un gran éxito mundial. El ritmo sinuoso y sensual de la jazzy «Wicked way» transformó el auditorio en un auténtico club nocturno, con la voz de Imelda brillando en la penumbra del escenario.
Pero el ritmo regresó con «Five good men» y «Hellfire club», presentada como un lugar de dudosa reputación en el que todo está permitido. En este momento recordó a uno de los grandes del country, Willie Nelson, del que versión su tema «Spoonfol». Con «It´s good to be alive» la gente comenzó a levantarse de sus asientos acompañando a las palmas el contagioso ritmo del tema con Imelda haciendo juegos de voces con el público. Continuó el show con «Inside out» y el tema de esencia new-wave «Round the bend». El concierto comenzó a convertirse en una auténtica fiesta con todo el mundo bailando al compás de temas como «Psycho» y «Mayhem», antes de que el ritmo del contrabajo anunciará la llegada de uno de los primeros hits de Imelda, «Johnny Got a Boom Boom», tras la cual se retiraron del escenario.
Al poco apareció el guitarrista con un ukelele sentándose en las escaleras del escenario junto a Imelda, realizando una íntima versión de «Bang Bang (My Baby Shot Me Down)» de Cher, un momentazo en el que pudimos disfrutar de la impresionante voz de Imelda en todo su esplendor. Continuó el momento íntimo con otra versión, en este caso el «Dreaming» de Blondie, ayudada por el público en el estribillo. Pero no había tiempo para más y entró el resto de la banda para una recta final llena de ritmo y rock´n´roll de la mano de «Pulling the rug» y «Right amount of wrong» que hizo bailar al más frío del auditorio.
Y con este tema llegamos al final de un gran show en el que Imelda May demostró ser una de las grandes voces de la música actual, llena de elegancia, actitud y con un dominio total del escenario dejando a todo el público rendido a sus pies.