concierto Andrés Suárez en Ferrol

Andrés Suárez regresaba a su ciudad natal, Ferrol, para ofrecer un concierto en un Auditorio que, días antes del concierto, ya colgaba el cartel de ‘no hay entradas’. Un escenario adornado con grandes redes recibió a Marino Sáiz al teclado y violín, Andrés Litwin a la batería, Luismi Baladrón al bajo y Ovidio López a la guitarra, el bandón como los denomina Andrés, que comenzaron a tocar para recibir a un Andrés Suárez exultante ante la ovación del público de la ciudad que lo vio crecer, comenzando con «Más de un 36» y una rockera «A media estrella» con Marino tomando el violín por primera vez. Prosiguió con «Dublín», tema de su último trabajo «Mi pequeña historia», y para la siguiente fue entonar la palabra «Vuelve» para que todo el auditorio rompiera a cantar el tema con el piano de Marino acompañando y Andrés observando con orgullo la escena antes de continuar cantando el tema.

Las primeras palabras de Andrés fueron de agradecimiento al público por acompañarlo en esta noche tan especial para él, diciendo que está muy orgulloso de su ciudad y de ser ferrolano, mientras bromeaba con unas palabras de la jerga de Ferrol como ‘opa neno‘, ‘arrasáis‘ o ‘aupa Racing‘ ante las risas y los aplausos del público. Recordó el disco «Moraima», uno de sus más exitosos trabajos, con el tema «Necesitaba un vals para olvidarte», para continuar con una de las sorpresas de la noche con la aparición de un grupo de baile artístico durante la interpretación de «Imagínanos», creando una atmósfera en la que baile, música y letra se fusionaron dando lugar a un momento único. Andrés se notaba feliz, disfrutando el momento y sin parar de bromear con sus fans entre canción y canción. Volvió a recuperar para el directo una canción que compuso entre Pantín y Cuba, «Perdón por los bailes», que sonó espléndida y llena de pasión con un emotivo violín finalizando el tema.

En este momento se quedó a solas con Marino al violín y dedicó a sus abuelos el tema «Rosa y Manuel», con Andrés cantando lleno de emoción, una emoción que enmudeció a todo el público que escuchaba en silencio ese hermoso canto a la dura enfermedad del Alzheimer. Presentó el inédito «6+4», que según dijo podría ir incluido en su nuevo disco que ya finalizó de componer, y para ello contó con el saxo de su amigo de infancia Miguel Sueiras. Recordó sus primeros tiempos y también llamó al músico local Carlos Mosquera, del que dijo que aprendió mucho y con el que recorrió juntos en formato dúo todos los bares de Ferrol. Y rememorando esa época interpretaron a dúo la hermosa «Historia de Marina» para después entonar otra antigua canción en una espectacular interpretación. Tras este emocionante momento para Andrés rodeado de sus amigos de infancia continuó con «Te doy media noche» y «Voy a volver a quererte», con la que el público comenzó a levantarse de sus asientos acompañando a las palmas la canción. Transformó el tema «Así fue» con unos aires folkies y tabernarios con un espectacular y potente final de canción, para seguir con una gran «La vi bailar flamenco» que enlazó con «No te quiero tanto», momento en el cual se retiró del escenario.

Después de breves instantes hizo aparición Andrés, acompañado del saxo de Miguel, para realizar otro de los momentos más emotivos de la noche con la versión del poema de Rosalía de Castro «Negra sombra», creando un momento lleno de emoción, tras el cual ordenó encender las luces de todo el auditorio para bajarse del escenario y, con su guitarra y su voz a capella, interpretar entre el público «Benijo», todo un detalle que fue correspondido con una atronadora ovación. De vuelta al escenario y ya acompañado con toda la banda continuó con «Números cardinales» y una intensa «Hace un año».

Antes de despedirse con el último tema de la noche, anunció que tras el concierto iba a recibir a todo el mundo que quisiera saludarlo en el hall del auditorio, un hecho que demuestra que el éxito no cambió a Andrés, y que sigue siendo igual de humilde que aquel joven que años atrás marchó de Ferrol en busca de su sueño. Y para finalizar cambió su guitarra acústica por la eléctrica para despedirse con una rockera versión de «Luz de pregonda» con la que enlazó el estribillo del tema «Lo malo está en el aire», poniendo así punto y final a 140 minutos llenos de emoción, risas y complicidad con un público que no paraba de ovacionar a su vecino y a la vez ídolo, Andrés Suárez.

Y de Ferrol al cielo…de Madrid, ya que el día 4 de noviembre cierra la gira con un concierto histórico y muy especial para él en el Palacio de los Deportes de Madrid que seguro que será un éxito total.