Aunque apenas se está nombrando estos días, al igual que la hostelería o el turismo, el mundo de la cultura musical lleva ya unos días sufriendo las consecuencias de la pandemia mundial producida por el coronavirus. Son ya muchos los conciertos y actividades que se tuvieron que suspender en Galicia este fin de semana y que obligará a cancelar la mayoría de conciertos de este mes y el próximo.
Conciertos como el que iba a ofrecer hoy el grupo Brothers in Band en el Palacio de la Ópera de A Coruña, el festival Esmorga Fest, los conciertos del grupo Anarchicks, El Arrebato y la suspensión de la programación de salas de conciertos como la Iguana Club de Vigo, Sónar Compostela, sala Ruido de Ferrol, sala Mardi Gras de A Coruña y así la gran mayoría de pequeñas salas que luchan cada fin de semana con unos conciertos que son su sustento de vida.
Este problema no solo afecta a las salas, también lo hace a todos los profesionales que mueve la industria musical, como los propios músicos que viven de su música, promotores, técnicos de sonido y luces, y mucho más personal necesario para el desarrollo de un concierto. Por eso pedimos que no se nos abandone por parte del gobierno ni de nuestro Ministro de Cultura que todavía no dijo ni una sola palabra al respecto.