Llegó la edición número 13 del famoso festival de metal celebrado en Viveiro Fest celebrado en Viveiro que este año contaba con la presencia en Galicia primera vez en su historia de la banda americana Kiss. Junto a ellos, otro de los platos fuertes del festival eran los legendarios Scorpions, ambos grupos con cierta polémica por parte de los fans más acérrimos al festival que quieren que no pierda su esencia de sonidos duros. Pero el festival necesita crecer y para ello abrirse a otro público y estilos, aunque siempre dentro del amplio concepto de géneros que abarca el metal. Pero había muchos más alicientes como el grupo Ghost, Megadeth o los Prophets Of A Rage, convirtiendo esta edición en una de las más completas de su historia.
El grupo gallego, Bloodhunter, actuaban en el Ritual Stage con su death metal melódico presentado su último disco “The End of Faith”, con su cantante Diva Satánica entregándose en cuerpo y alma con su gutural voz. Otro grupo gallego, en este caso las chicas de Agoraphobia, se encontraban descargando su potente rock en el escenario Desert Stage, un grupo indispensable en todos los festivales de este año y con que con su nuevo disco «Incoming Noise» dieron un salto de calidad en su carrera.
Jinjer conseguían una gran expectación con mucho público esperando la salida al escenario de la banda ucraniana liderada por la salvaje voz de Tatiana Shmailyuk, con un estilo que recuerda por momentos a Arch Enemy pero no tan melódicos que estos últimos. Gran concierto para comenzar a caldear el ambiente del Resu.
La apisonadora estadounidense de thrash metal Overkill eran los siguientes en hacer aparición en el Main Stage, realizando un potente concierto con temas como «In Union We Stand» o «Eliminaron».
Lo americanos Anti-Flag ofrecieron un autentico conciertazo de punk rock, lleno de actitud y diversión a partes iguales y con una energía envidiable. Con temas como “The Press Corpse”, “This Machine Kills Fascists” o “Broken Bones” convirtieron en una salvaje fiesta el Main Stage.
Aunque después de muchos años pidiendo la aparición de Slipknot en el Resu, este año tampoco pudo ser, pero el que si que acudió fue su cantante Corey Taylor con su proyecto paralelo Stone Sour, uno de los grupos más en forma en la actualidad en el panorama del metal alternativo. Iniciaron el concierto con “Whiplash Pants” de su último disco «Hydrograd». Durante la gran «Absolute Zero» Corey disparó con un cañón de confeti a un público que disfrutaba de la energía emitida por la banda, que llevaban ya más de diez años sin ofrecer su directo en España. Hubo momentos de más calma como «Brother» con Taylor en solitario con su guitarra o «Tired», pero fue solo un pequeño paréntesis ya que la potencia regresó de nuevo con los temas “RU486” y «Through Glass». Un gran concierto que sació un poco la sed de tener a Corey Taylor por fin en Viveiro.
Tras la descarga de Stone Sour llegaba el momento de la diversión del auténtico rock and roll con The Baboom Show que llegaban con su nuevo disco «Radio rebelde» ofreciendo un concierto lleno de actitud con una activa Cecilia Boström que no paraba ni un solo momento contoneándose por todo el escenario. Brillante concierto el de los suecos que animó y puso a bailar a todos los allí presentes.
Y llegaba el turno de los cabeza de cartel de la primera jornada, el misterioso grupo Ghost, con el escenario convertido en una catedral hacían aparición los miembros del grupo con sus habituales máscaras y su nuevo vocalista Cardinal Copia, que entró en la formación sustituyendo al Papa Emeritus III. Comenzaron el show con el tema «Rats» de su recién estrenado «Prequelle», disco del que interpretaron varios temas. El grupo se encuentra en el mejor momento de su carrera, con una gran legión de fans que van creciendo a medida de la popularidad de la banda que, con sus grandes temas y el halo de misterio que los envuelve consiguieron llegar a lo más alto. «Cirice» fue recibida con entusiasmo por el público, mientras que durante «Miasma» hizo aparición un Papa al saxofón. La rítmica «Dance macabre» va camino de convertirse en todo un hit y con «Square hammer» se retiran para regresar con «Monstrance clock», desapareciendo del escenario mientras terminaba el tema siguiendo su habitual rollo misterioso.
Para cerrar la jornada del jueves estaban los suecos At The Gates quienes rompieron los cuellos del público con su death metal melódico con temas de su nuevo disco «To Drink From The Night Itself».
En la segunda jornada llegábamos con los cántabros Pandemia descargando su thrash metal clásico ante un público todavía escaso a esas horas. Con los vascos Rise To Fall el ambiente comenzaba a animarse gracias su particular death metal con mezcla de voces guturales y melódicas que causó una grata sensación en el público que comenzaba a llenar el recinto. En el escenario principal llegaban los franceses Rise of the Northstar, ataviados todos con sus atuendos de samurais interpretaron temas de su último disco hasta la fecha «Welcame».
Megadeth hacían aparición en el escenario principal con el tema «Hangar 18», con miles de cabezas siguiendo en ritmo de la guitarra de Dave Mustaine, que comenzó la actuación con un bajo tono de voz que apenas se entendía aunque poco a poco fue mejorando en calidad. Pero para calidad la de Kiko Loureiro a las seis cuerdas, que llevó el peso del show en temazos como «Symphony of Destruction», «Peace Sells» o «Holy Wars», con un Mustaine bastante frío y distante con el público como en él es habitual, lo que provocó la falta de conexión entre público y banda para que un concierto fluya correctamente.
Al momento de terminar el show de Megadeth, el Ritual Stage se llenaba de gritos guturales provenientes del death metal brutal del grupo Suffocation con un sonido poderoso produciendo varios circle pits entre el público. Mientras que Leprous ofrecieron un show mucho más calmado y ambiental, pero no por ello menos interesante, ya que su rock progresivo con elementos sinfónicos sonó de lujo en la noche de Viveiro.
Llegado el turno de las leyendas germanas Scorpions que aunque empezaron algo flojos el concierto tiraron de veteranía y experiencia para poco poco subir en intensidad hasta llegar a realizar un show más que aceptable. Salieron a escena con «Going Out With a Bang» seguida del clásico «Make it real», con un Klaus Meine con la voz algo mermada por la edad, Rudolf Schenker y Matthias Jabs a las guitarras, Paweł Mąciwoda al bajo y la bestial máquina que es Mikkey Dee a la batería, que regresaba al Resurrection Fest tras acompañar a Lemmy en su último concierto en España.
Tras continuar con la instrumental «Coast to coast» con Klaus también a las guitarras, sorprendieron con un agradable meddley de su época setentera con «Top of the Bill – Steamrock Fever – Speedy’s Coming – Catch Your Train» que hizo las delicias de sus más fieles seguidores mientras las pantallas proyectaban dibujos psicodélicos. No se olvidaron de su último álbum tocando «We built this house», y tras la balada «Send me an angel», llegó el gran himno pacifista que es «Wind of change». Tuvieron un bonito gesto hacia Lemmy versionando el clásico de Motörhead, «Overkill», con la batería de Mikkey elevada mientras en la pantalla se podía ver la figura del legendario rockero.
Siguen cayendo auténticos clásicos del hard rock como «Black out» o «Big city nights» con la que se retiran del escenario. A los pocos minutos regresan para interpretar «Still loving you» con todo Viveiro cantando una de las baladas más clásicas del mundo del metal. Como punto final, Scorpions clavan su aguijón con la potente «Rock you like a hurricane»
Tras el huracán de los Scorpions, llegaba la oscuridad de Paradise Lost, que tiñó literalmente de negro el Ritual Stage. Los considerados padres del doom metal acudían al Resurrection a presentar su nuevo disco «Medusa», sin olvidarse de temas de sus grandes discos «Draconian times» o «Icon».
Para finalizar la jornada uno de los grandes nombres del thrash metal nacional, Angelus Apatrida, hizo vibrar a todo el recinto con su espectacular directo. Y es que el grupo de Albacete está viviendo un gran momento con la publicación de su nuevo disco «Cabaret de la Guillotine» del que interpretaron varios temas y finalizando su show con los clásicos “Give ‘Em War” y “You Are Next”.
Llegábamos al último día del festival con sold out y eso se notaba ya desde primeras horas de la tarde con miles de personas que poco a poco iban llegando al recinto, con muchos de ellos portando el característico maquillaje del grupo estrella de la noche, Kiss.
Tremonti llegaba al escenario principal con su proyecto del mismo nombre paralelo a Alter Bridge, y sonó con una fuerza espectacular, con el grupo muy compacto durante todo el concierto y con grandes momentos como los vividos durante los temas “You Waste Your Time” y “Wish You Well”.
Los seguidores de los sonidos más extremos tenían una cita en el Ritual Stage con el salvaje grindcore de Rotten Sound, con un sonido compacto y brutal que dejó extasiado a un público que no paró de hacer pagos durante todo el concierto.
Frank Carter y sus Rattlesnakes regresaban al festival tras su salvaje actuación hace dos años, pero esta vez lo hacían por todo lo alto en el escenario principal. Y es que Frank es puro nervio y espectáculo, no parando ni un solo segundo durante toda la actuación, llegando a subirse encima del público mientras interpretaba uno de sus himnos punk.
Tras el huracán de Frank Carter, en el Ritual Stage les tocaba el turno a Igorr, el proyecto del francés Gautier Serre, que no dejó a nadie indiferente con su particular estilo musical y una atractiva puesta en escena.
El escenario principal se preparaba para vivir quizá el mejor concierto de todo el festival, Prophets Of A Rage, y es que lo que hicieron Tom Morello, B-Real y los suyos fue histórico. Saliendo a escena todos los miembros puño en alto, comenzaron con una brutal actitud que contagió a cada espectador que no paró de vibrar con temas como «Fight the power» o «Bullet in the head», repasando los mejores temas de las bandas de los miembros de este supergrupo, Rage Against The machine, Public Enemy y Cypress Hill. La mezcla de hip-hop y los guitarrazos de un impresionante Tom Morello, con un cartel en la parte posterior de su guitarra en el que se leía ‘Fuck Trump’, convirtieron el Main Stage en una auténtica locura, que llegó a su punto máximo con ‘Bulls on Parade’, ‘Freedom’ y ‘Killing in the Name’, en la que se unió Frank Carter para dotar de más potencia y energía al final de un concierto que marcará historia en el Resu. Como anécdota, al finalizar el concierto, el cantante se despidió de Barcelona, ante las risas e incredulidad por parte del público ante el error de la ubicación del miembro de la banda.
Y por fin llegó el momento más ansiado de la noche, la aparición del legendario grupo americano Kiss, que llegaron a Viveiro con todo su circo de rock´n roll en el que no falta fuego, pirotecnia, plataformas elevadoras, tirolinas y todo su clásico show que siempre deja impresionados a sus fans. Con unos minutos de retraso, la voz en off anuncia el conocido ‘You Wanted the Best, You Got the Best!! The hottest band in the world..Kiss‘ cayendo el telón que cubría el escenario y haciendo aparición Genne Simmons y Paul Stanley elevados en una plataforma que poco a poco los fue bajando al escenario, junto a Tommy Thayer a la guitarra y Eric Singer a la batería comenzando con el tema «Deuce». Continúan con «Shout it out loud» y «War Machine» para ofrecer Genne Simmons a continuación su número de escupir fuego en el tema «Firehouse».
Está claro que Paul Stanley no tiene la voz de antaño, pero mantiene intacto su magnetismo y su pose de rock star. En cambio Simmons si que mantuvo en nivel vocalmente en temas como «War machine» o «Cold gin». Tommy, con una gran labor a la guitarra, se encargó de cantar el tema «Shock me». Pero lo mejor estaba reservado para el final, cuando después de «Lick it up», hizo aparición Genne Simmons con su solo de bajo mientras escupía sangre y era elevado hasta una plataforma desde la que interpretó su «God of thunder». «I was made for lovin´you» fue coreada y bailada por las miles de personas que abarrotaban el recinto, para enloquecer cuando Paul Stanley se lanzó en tirolina hasta una plataforma en medio del público para cantar «Love gun». Una genial «Black diamond» sirvió para despedirse del público antes de regresar con la traca final formada por «Cold gin», «Detroit rock city» y la festiva «Rock and roll all nite» con confeti y pirotecnia llenando el escenario y demostrando que, a pesar de la edad, Kiss siguen siendo todo un espectáculo.
Los piratas de Alestorm tenían la difícil misión de actuar tras la actuación de Kiss, pero comenzaron con “Keelhauled» y poco a poco consiguieron meterse al público en el bolsillo con su divertido y contagioso metal. Antes de que el thrash metal de Exodus invadiera Viveiro con la poderosa voz de Steve ‘Zetro’ Souza con temas legendarios como “Blood In, Blood Out”, poniendo fin a su gira y a esta gran edición de nuestro querido Resu.
VER GALERÍA FOTOGRÁFICA:
https://www.facebook.com/pg/galiciaenconcierto/photos/?tab=album&album_id=2157683724506933