Un año más regresamos a uno de los festivales más necesarios, el festival benéfico que cada año organiza Luz Casal en su Boimorto natal. Este año, la recaudación de taquilla será destinada a la lucha contra los incendios en Galicia y la construcción y equipamiento de salas de rehabilitación en la Residencia y Centro de día para personas mayores del Ayuntamiento de Boimorto. Sin duda alguna el Festival de la Luz es el más indicado para acudir en familia, contando con varios espacios dedicados al público infantil que cada vez es más abundante en el festival.
A nuestra llegada Fredi Leis hacía aparición en el escenario principal para presentar los temas de su espléndido nuevo disco «Neón». Con este disco el cantante gallego da un paso más en su prometedora carrera musical. Comenzó el concierto con «Fugitiva», de su primer Ep «Días grandes». Intercalando temas de su nuevo disco como «Échame de menos» o el single «Mariposas», con temas anteriores como «Una guerra de granadas y Sevilla» se fue ganando a un público que disfrutó de uno de los artistas del momento.
Tras la actuación de Fredi, el escenario secundario se llenaba de los sonidos épicos con ritmos folk del grupo Nunatak que presentaban su disco, «Nunatak y el tiempo de los valientes». Josele Santiago era el siguiente en ocupar el escenario de la luz, para presentar los temas de su último disco «Transilvania», como «Prestao» con el que dio inicio al concierto, sin olvidar sus otros trabajos en solitario con un aire menos rockero al que nos tenía acostumbrados con Los Enemigos. Josele supo tirar de talento y veteranía, de los que está sobrado, para completar como siempre una correcta actuación.
De vuelta a la carpa del escenario «Mans Cultivando Música», uno de los grandes de la guitarra, Javier Vargas, acompañado de su Vargas Blues Band llenaba de blues latino el recinto. Comenzando con el tema «Para guarachar» y acompañado de batería, teclado, y Luis Mayol al bajo y la voz, Javier hizo alarde de su maestría a las seis cuerdas en todos los clásicos de la banda como «Chill Out (Sácalo fuera)».
Los británicos Monarchy llenaron de baile el festival con sus ritmos electro-pop y un gran espectáculo visual, que causó una grata sensación entre un público que desconocía el buen hacer del dúo formado por Andrew Armstrong a los teclado y voces y Ra Black a la guitarra y voces, contando con un batería para el directo. Con un sonido que podría recordar a los Pet Shop Boys más bailables pusieron la nota de fiesta y electrónica en el festival.
La carpa del escenario comenzaba a llenarse para recibir a un clásico del rock gallego, Javi Maneiro, el legendario cantante de Heredeiros da Crus que llegaba con su proyecto en solitario con el que ya tiene dos trabajos publicados, «Furtivos» y el reciente «Canciones desnudas» destiló sobre el escenario actitud por los cuatro costados. Al mismo tiempo, en el pequeño escenario acústico, el que fuera cantante de los Spin Doctors, Chris Barron, ofrecía un íntimo show con su guitarra acústica y sus canciones de folk rock, con recordatorio a su anterior banda con la conocida «Two princes».
Uno de los grandes músicos de culto del rock americano, Elliott Murphy, llegaba al Festival de la Luz junto a su inseparable mano derecha en los últimos años, el guitarrista francés Olivier Durant. Y así en solitario saltaron los dos al escenario de la mano del tema «Drive all night», tras la cual entran en escena el resto de la banda con batería, guitarra y una violinista que dotaba de un poso folk a los temas del viejo trovador americano. Repasó toda su discografía con éxitos como «Last of the rock stars», en la que incluyó el estribillo del clásico «Shout» de los Island Brothers.
La carpa del escenario secundario se preparaba para una atronadora descarga de hard rock clásico, el de los madrileños Sex Museum que cargaron las pilas al público que llevaba desde primera hora de la tarde en el festival. Temazos como «Two sisters», «Circles in the salt» o esa original mezcla de Deep Purple con los Beastie Boys que es «Smoke on the Party (Fight for your Right)”, atronaban los amplificadores mientras Miguel Pardo no paraba de contonearse por todo el escenario al ritmo de las guitarras de Fernando, el gran Loza a la batería, Javi Vacas marcando el ritmo al bajo y Marta arrancando sonidos de su hammond. Grandes Sex Museum.
Y llegaba el gran momento de la noche con la presencia de Love Of Lesbian, que aparecían ante un escenario abarrotado de fans de los catalanes que explotaban de júbilo ante la salida del grupo, con especial intensidad ante la aparición de Santi Balmés, arrancando con «Cuando no me ves» de su último disco «El poeta Halley». En pugna con Vetusta Morla por hacerse con el cetro del indie nacional, LOL son ya un grupo de masas, abarrotando todos los festivales por donde pasan. «Bajo el volcán» fue el siguiente tema en sonar, durante el cual Santi se colocó su característico sombrero de copa. Fueron cayendo clásicos coreados con entusiasmo por el público como «Allí dónde solíamos gritar» o «Club de fans de John Boy», siendo uno de los grandes momentos del concierto, junto al dueto que se marcaron con la anfitriona del festival, una espléndida Luz Casal que salió al escenario a cantar «Cuestiones de familia».
Para los más trasnochadores todavía quedaba el rock de Los Vinagres y el fin de fiesta con Rafa Morcego DJ.
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