festivales en Galicia

Después de un verano cargado de mucha musica y cerveza, llega Septiembre para recordarnos que todo es efímero por mucho que intentemos aplazarlo lo máximo posible. Aun así, ni todas las hojas del otoño, ni todas las lluvias del invierno, suponen un freno para los amantes de la música y el buen ambiente. Para ello existen festivales como el Morrasound el cual celebró su segunda edición el pasado Sábado en Cangas, ofreciéndonos ese pequeño oasis para evadirnos de lo cotidiano, y es que si algo ofrecen es diversión.

El festival arrancó a las doce de la mañana con la actuación del mago Alex Louzao despertando sonrisas en las caras de los más pequeños. Le sucedió el eléctrico trio rock Glitter & Litter, una gran apuesta gallega que no dejan indiferente a nadie y es que si algo los diferencia son esas letras que nos transportan automáticamente a esa época glam que muchos disfrutamos. Automáticamente son las dos de la tarde y antes de que nos de tiempo a parar de menearnos entran en escena Santos Morcegos y una vez empieza a sonar el primer acorde si algo es imposible es dejar de moverse, fluyendo con esa influencia tan evidente de The Ventures y con esa mezcla tan característica del western nos transportan a una escena confusa mitad el gran miércoles mitad película de John Ford.

La tarde comienza cargada de calor y ya con el ritmo en el cuerpo Mad Martin Trio entran en escena para regalarnos los oídos con su rockabilly. Como no todo en esta vida es música y los organizadores del morrasound son conscientes de ello nos ofrecen un descanso sentados en la colina, para poder disfrutar visualmente de la exhibición de dirty jump que nos tenían preparada o de las actuaciones de assircopatas sirco o la presencia continuada del fabuloso Peter Punk.

untitled2Los siguientes en salir a escena fueron el grupo madrileño Kitai que si bien los ánimos del publico se habían relajado, ellos se encargaron de reavivarlos, sería complicado poder definir el estilo de esta banda, la baza mas grande con la que juegan es que se han creado un estilo propio que hace que se levante y salte todo el mundo. Lanzamos la mirada hacia el otro escenario y Los Saxos del Averno ya están comenzando, el rock con mezcla de R&B de esta banda en la que su punto fuerte son los vientos, pone la mejor banda sonora para la escena tan maravillosa del atardecer en la ría.

untitled1Parece mentira pero ya llevamos ocho horas de música, deporte y artes escénicas y el cuerpo se empieza a agotar y el frio a notar, asi que nos enfundamos en nuestras mejores chaquetas y nos teletransportamos al sur de los estados unidos, Dead Bronco acaban de empezar y el country fluye por nosotros , esta banda capitaneada por Matt Horan saben lo que se hacen y como transmitirlo al público, no dan ni un segundo de descanso para nuestros pies y si bien anteriormente hizo falta la chaqueta, hace cinco canciones que nos empezó a sobrar. Esto ya no se para y el maestro Julian Maeso ha abierto la boca y en ese mismo instante el tiempo se para, este hombre no falla, su trayectoria, su increíble versatilidad para tocar cualquier instrumento, los músicos de los que se rodea, y la exquisita composición de todas sus canciones hacen que pararte y escuchar sea un regalo maravilloso. Retomamos fuerzas con el espectáculo de Rony Flamingo & the burlesque sisters, con una pequeña pausa para cenar y combatir el frio entre risas.

Llegan las doce de la noche y sin darnos cuenta Arizona Baby salen a escena, sonrientes con esa gratitud tan sincera, con su impecable y exquisita ejecución en cada concierto, sin perder ni una pizca de sentimiento. El trio de Valladolid nos regaló su rock mas acústico, su folk mas profundo y ese toque indie que también nos hace bailar. El festival está llegando a su recta final pero en cuanto comienzan a sonar terbutalina nada de eso parece que vaya a suceder, sacando nuestro lado mas animal, cantamos, bailamos, saltamos y nos dejamos llevar hasta el final. El broche de oro de la noche la pusieron la banda gallega Foxy Freire, rock en estado puro, como revivir tus quince años en tu habitación escuchando a todo volumen a hendrix o a los Led Zeppelin. Ellos son puro nervio y aunque realmente se dedican a tocar jazz , desmelenarse se les da de maravilla. Los conciertos se han terminado, pero el festival sigue con sus puertas abiertas, para todo aquel que quiera seguir con la fiesta.

Aunque esta era su segunda edición, la organización del festival fue exquisita, el gusto por las bandas escogidas, la amabilidad y el cariño puesto en cada detalle, hizo que a pesar del frio disfrutasemos como enanos, sin duda algo para repetir. Por mi parte agradecer que se siga apostando por la cultura y la música. Que esto siga creciendo siempre, no dejen de ir.

Texto y fotografías: Paula Somoza Candedo