conciertos Sabina en Coruña

Por mucho que lo niegue en el primer tema de la noche, Sabina sigue siendo nuestro Dylan español. Solo él tiene esa capacidad de emocionar con un verso salido de esa voz quebrada por largos años de vida canalla. Y así, con su habitual bombín, entonando los primeros versos de «Lo niego todo», ‘Ni ángel con alas negras, ni profeta del vicio‘, bajo una atronadora ovación hacía aparición Joaquín Sabina con su característico bombín, flanqueado por sus escuderos de toda la vida, Antonio García De Diego y Pancho Varona, el ya veterano en su banda, Jaime Asúa, a la guitarra, Pedro Barceló a la batería y a los vientos Josemi Sagaste. La presencia femenina en la banda la ponían el nuevo fichaje de Laura Gómez Palma (Amaral, Loquillo) al bajo y la siempre espectacular voz de Mara Barros a los coros.

El concierto comenzó con los temas de su nuevo disco, un álbum con el que Sabina resurge como el Ave Fénix gracias a la brillante ayuda de Leiva, quien tomó los mandos de la producción del disco poniendo su sello en varios de los temas. Y con los temas de su nuevo disco transcurrió la primera parte del concierto, tras un ‘boas noites‘ de Joaquín fueron sonando los nuevos temas, de diferentes estilos como los aires country de «Quien más quien menos», la latina «Postdata» o el ritmo reggae de «Qué estoy haciendo aquí».

Un Sabina exultante comenta que era la primera vez que hacían dos noches seguidas en A Coruña, a lo que agradeció al público por tanta complicidad, ya que está al alcance de muy pocos llenar por dos días consecutivos el mítico Coliseum. Continúa con la parte más rockera del disco con las potentes «Lágrimas de mármol» y «Las noches de domingo acaban mal». Entre tema y tema Joaquín bromeaba con su público, con comentarios acerca de su ‘supuesta’ nueva vida, ‘anoche después del concierto me fui al hotel a ver documentales de la 2‘ confesó entre las risas del público. Después de presentar uno a uno a los miembros de su banda, con ovación especial al ‘núcleo duro’ del grupo, como presentó Joaquín a Pancho Varona y Antonio García De Diego, le tocó el turno a Mara Barros de demostrar su poderío vocal con un tema de su disco en solitario, la sensual «Hace tiempo que no».

El siguiente fue Pancho Varona el que dio rienda suelta a su vena rockera cantando «La del pirata cojo», apareciendo Sabina para finalizar el tema a los coros. Uno de los grandes momentos llegó con la emocionante «Una canción para la Magdalena», con un brillante y hermoso dueto de voces entre Sabina y Mara. «Por el boulevard de los sueños rotos» fue recibida con aclamación por el público, con las figuras de José Alfredo Jiménez y Chavela Vargas en las pantallas del fondo del escenario.

En este momento fue Mara Barros la que emocionó y puso la piel de gallina a más de uno con la sentida «Y sin embargo te quiero» que enlazó con «Y sin embargo» ya con Sabina a la voz. Continuó el concierto con «Ruido», «Peces de ciudad» y llegó la rumba con «19 días y 500 noches» con todo el Coliseum acompañando a las palmas el conocido tema. «Aves de paso» fue el siguiente tema, antes de que Joaquín bromeara diciendo que ‘en este grupo cualquiera canta mejor que el propio cantante’, para dar paso a García De Diego para cantar «A la orilla de la chimenea». A continuación sería Jaime Asúa el que cogiera el mando de la voz con el furioso rock and roll de «Seis de la mañana», antes de que los aires mariachis de «Noches de boda» inundaran el Coliseum.

La genial «Princesa» puso a todo el recinto a saltar con el contagioso ritmo de esta mítica canción, cantada a medias con el guitarrista Jaime Asúa tras la que se retiran del escenario. El público no paraba de pedir la vuelta de Sabina y los suyos, que regresaron ante una gran ovación para arrancar con «Contigo», con toda la gente cantando el estribillo de ‘Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres’. Para finalizar este gran concierto nos recetó a todos sus «Pastillas para no soñar». Y así, con todos los miembros del grupo saludando al público al ritmo de «La canción de los (buenos) borrachos» se llegaba al final de una actuación impecable.

Con estas brillantes dos noches en la ciudad de A Coruña quedó demostrado que Joaquín Sabina está viviendo una segunda juventud, o tercera quizás…pero que esperemos que la alargue para seguir emocionándonos a todos con su poesía y su ‘voz de lija’ marca de la casa.